Pasado y futuro
Dicen que Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana. Supongo que yo me negaba a mirar a mi alrededor, ensimismado en luchar contra las circunstancias, incluso contra Él mismo, por evitar que esa puerta, la que yo creía mi puerta, se cerrase.
Ha tenido que contruir un tabique al otro lado para que me diese por vencido, pero consiguió su propósito, y finalmente, aunque aún trato de conservar la llave, la puerta se ha cerrado.
Ha tenido que cerrar la puerta para que me diese la vuelta y pudiera ver el ventanal que se abría a mis espaldas. Ahora me acerco tímidamente a él, lo observo con desconfianza, y me cuesta mucho resistirme al paraiso que me espera al otro lado. Tal vez sea sólo un espejismo. Tal vez me estrelle contra un cristal tan trasparente que creo que no existe. Tal vez esté soñando, y ese maravilloso ventanal no exista. Tal vez vuelva a intentar abrir la puerta que hace años lucha por cerrarse. Pero, tal vez exista ese paraiso, tal vez exista ese ventanal y pueda saltar por él, y tal vez un día me despertaré, descubriré que no es un sueño, olvidaré la puerta y daré el salto al paraiso...
Ha tenido que contruir un tabique al otro lado para que me diese por vencido, pero consiguió su propósito, y finalmente, aunque aún trato de conservar la llave, la puerta se ha cerrado.
Ha tenido que cerrar la puerta para que me diese la vuelta y pudiera ver el ventanal que se abría a mis espaldas. Ahora me acerco tímidamente a él, lo observo con desconfianza, y me cuesta mucho resistirme al paraiso que me espera al otro lado. Tal vez sea sólo un espejismo. Tal vez me estrelle contra un cristal tan trasparente que creo que no existe. Tal vez esté soñando, y ese maravilloso ventanal no exista. Tal vez vuelva a intentar abrir la puerta que hace años lucha por cerrarse. Pero, tal vez exista ese paraiso, tal vez exista ese ventanal y pueda saltar por él, y tal vez un día me despertaré, descubriré que no es un sueño, olvidaré la puerta y daré el salto al paraiso...